El mejor pollo al ast de Girona

El pollo al ast es un plato típico de de la cocina catalana, así como también de la cocina valenciana y balear, el principio básico para este plato es asar el pollo insertado en un asta que lo hace girar muy cerca del calor que producen las brasas o las llamas del horno. La preparación es muy sencilla y requiere de los siguientes ingredientes:

1 pollo mediano.
4 o 5 dientes de ajo.
¼ tasa de aceite de oliva virgen extra.
2 cucharadas de vinagre balsámic.
Sal, comino en polvo, pimienta negra (al gusto).
Romero seco o ralladura de limón.

Preparación

Lo primero a hacer es precalentar el horno a 180 °C, después procesa en la licuadora los dientes de ajo pelados, aceite , vinagre, sal, pimienta y comino, si deseas puedes agregar el romero o la ralladura de limón, hasta obtener una mezcla uniforme, coloca el pollo en un bol o cacerola y báñalo con la mezcla obtenida, utiliza las manos para frotar la mezcla por todas las partes del pollo.

Seguidamente atraviesa el pollo con el asta y llévalo al horno por al menos una hora, la función de girar el punzón que incorpora el horno permite que el pollo se cocine de manera uniforme por todos lados. Si finalizado este tiempo notas que el pollo no se ha dorado bastante puedes dejarlo unos minutos más.

Puedes servir el pollo al ast acompañado con patatas horneadas y una ensalada de vegetales frescos, también va muy bien con el arroz.

Receta súper fácil de ensalada rusa

El origen de la ensalada se remonta a 1860 en la ciudad de Moscú, se llama que la receta auténtica muchas veces se modificaba al prepararla con ingredientes como mortadela puesto que constituía el plato fuerte de los rusos por varias temporadas y que poco se asemeja el actual a las ensaladas rusas originales. Es una ensalada rusa que se puede adaptar a los tiempos.

Sus principales ingredientes para la mejor ensalada rusa son patatas, guisantes, huevos, atún, pimiento rojo, olivas sin hueso, sal y mayonesa en proporciones adecuadas a la cantidad de personas, es una ensalada que nutre bien a seis personas con tres patatas medianas, tres huevos, dos latas de atún y aderezos al gusto. Es fácil de preparar en menos de una hora.

En general, se hierven las patatas y los guisantes con abundante agua y fuego suave, otra forma es pelar las patatas y cortarlas en dados y cocinarlas hasta que estén al diente en ambos casos.

Los huevos siempre se cocinan aparte con sal y entre manantial o doce minutos y después, se colocan en agua fría para cortar su cocción, pelarlos y picarlos finamente para reservarlos.

Al tener los ingredientes listos se mezclan y sazonan al gusto con mayonesa, sal y un poco de aceite para conseguir mejor consistencia y sabor. Se le añade el atún escurrido, olivas sin hueso y se raya el huevo cocido por encima con un rallador. A manera de decoración, colocaremos unas tiras de pimiento rojo por encima.

Finalmente, se sirve cuando se temple en la nevera por unos minutos.

Confit de pato con peras y ciruelas

El confit es una técnica de la cocina francesa para cocinar piezas de pájaros como el pato o el ganso o piezas de cerdo, las cuales se someten a una cocción a fuego muy bajo por largo tiempo en su propia grasa o en almíbar de algunas frutas. El confit de pato con peras y ciruelas es un plato realmente exquisito que se prepara con esta técnica, la receta de la cual mostramos a continuación.

Ingredientes

4 muslos de pato.
4 peras.
200 gr de ciruelas.
60 gr de piñones
½ tasa de vino (rancio o de cocinar).
¼ tasa de brandy.
2 patatas grandes.
1 trufa.
2 cucharas de reducción de vinagre balsámico.
Caldo de pájaro.
Aceite de oliva virgen extra
Sal, azúcar y pimienta.
Romero y tomillo (secos).
Preparación

Para iniciar la preparación se tiene que limpiar los muslos evitando quitar toda la grasa, se salpimienten y espolvorean con tomillo y romero, se coloca un poco de aceite en una paella y cuando esté caliente se colocan los muslos a dorar por ambos lados, seguidamente se añade el vino y la trufa rayada y se apaga el fuego.

Precalentar el horno a 170 °C. Colocar los muslos de hornear y añadir el caldo formado con el vino, colocar las peras y los piñones y meter al horno, en una bandeja pequeña se colocan las ciruelas y el brandy y se llevan también al horno, cuando se hinchen las ciruelas se tienen que sacar del horno.

Se pelan las patatas y se cortan en cubos y se reservan, cuando los muslos lleven una hora en el horno se retiran las peras y se pintan los muslos por ambos lados con la reducción de vinagre, se colocan los trozos de patata salpimentados y cubiertos con un poco de aceite de oliva. Hay que evitar que la bandeja se quede sin salsa, para lo cual se puede ir añadiendo un poco de caldo de pájaro.

Se deja cocinar en el horno por una hora más y antes de apagar se incorporan las ciruelas y las peras y se dejan confitar por unos minutos.

Qué son los calçots y como comerlos

Desde medianos noviembre y hasta abril se vive en Cataluña la temporada de calçots, uno de los platos más típicos de la gastronomía de esta región. Los calçots son una especie de cebolla de forma alargada que es cultivada bajo tierra, porque se mantengan tapadas mientras crecen.

De acuerdo con la creencia popular, los calçots fueron descubiertos por casualidad por campesinos catalanes, quienes los cocinaron al fuego y los comieron acompañados por una salsa a base de tomates, ajos, ñoras, almendras, avellanas, aceite de oliva arbequina y otros ingredientes.

La textura tierna y sabor dulce de los calçots, potenciado por la salsa romesco, hicieron que este plato se convirtiera en uno de los preferidos de los catalanes, hoy se le prepara en muchos lugares y se los considera una verdadera delicia culinaria.

La cocción tradicional se hace con un fuego fuerte y los calçots se colocan sobre una parrilla porque se cuezan hasta que su capa más exterior se carbonice, después se retiran del fuego y se dejan reposar por unos 25 o 30 minutos envueltos en papel absorvent, aunque tradicionalmente se utiliza papel de periódico.

La mejor forma para comer los calçots es con las manos, por eso se dejan reposar porque estén a una buena temperatura en el momento de comerlos. El proceso es bastante sencillo: se coge el calçot y se quita la capa externa, la cual se ha carbonizado, queda una cebolla muy tierna y jugosa, esta se moja en la salsa y después se lleva en la boca, de ser posible se come en un sol bocado.